Cuando los aparatos auditivos comienzan a fallar, uno de los errores más comunes que cometen los usuarios es tratar de repararlos en casa. De antemano, tan solo intentar abrirlos podría causar daños irreversibles en el equipo, debido a que su maquinaria es muy compleja y se encuentra en un espacio reducido.
Es por ello que solo deben ser manipulados por personal capacitado de la casa comercial donde fueron adquiridos. ¿Quieres saber cuáles son las razones principales por las que debes llevarlos a una revisión? En este blog te contamos.
Cuándo llevar tus aparatos auditivos al servicio postventa
No funcionan como antes
Son muchos los motivos por los que un usuario puede decir que sus auxiliares auditivos no operan como siempre. Por ejemplo, cuando:
- Dejan de encender sin que exista una causa aparente
- No suben el volumen
- Producen un ruido adicional y extraño
- No ejecutan los cambios entre programas
- La batería no dura lo suficiente, a pesar de tener pilas nuevas o haber sido cargados durante el tiempo recomendado
- No reproducen las alertas de encendido o de batería baja
También hay casos en los que los pacientes simplemente tienen la sensación de que algo raro sucede con el sonido y este se escucha “apagado” o más bajo de lo normal.
En todos estos momentos, es esencial llevar los aparatos auditivos al servicio postventa, donde un audioanalizador podrá determinar cuál de todos los componentes está fallando: el micrófono que capta el sonido, el amplificador que otorga ganancia al equipo, o la bocina que permite la salida del audio.
Mantenimiento preventivo
Por otro lado, como parte de los cuidados que necesitan los aparatos auditivos para prolongar su vida útil, es crucial que por lo menos una vez cada seis meses sean llevados a la casa comercial donde fueron adquiridos, con la finalidad de que un técnico especialista les de mantenimiento. Algunos aspectos que cubre este servicio son:
- Limpiar profundamente la maquinaria
- Verificar su correcto funcionamiento
- Aplicar una protección contra la humedad
Ajustes audiométricos
Por último, es normal que la pérdida auditiva vaya variando con el paso del tiempo. De modo que lo más recomendable es realizarse una audiometría cada año, para verificar si ocurrieron cambios en el estado de la audición. De ser así, es necesario llevar los aparatos auditivos al servicio postventa para que el audioprotesista efectúe los ajustes necesarios, de acuerdo con los resultados de sus estudios.
Aquí es importante también recalcar que existen grupos de personas que probablemente requieran acudir a estos estudios audiométricos antes del año. Por ejemplo, pacientes fumadores, que padecen diabetes o se encuentran en tratamiento contra el cáncer, así como aquellos que tienen la enfermedad de Ménière. De igual forma, deben llevar sus aparatos auditivos a la casa comercial para que los reprogramen en función de sus nuevas necesidades.
A medida que pasa el tiempo, son múltiples las razones para llevar a revisar tus auxiliares auditivos. Sin embargo, es indispensable que en todas las ocasiones recurras a la ayuda del técnico especialista donde los adquiriste.
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